Los líos de Alan Jara por corrupción en el Meta

Todo pintaba bien para Jara de no ser por las irregularidades que poco a poco empezaron a surgir.

La primera irregularidad es que inicialmente como socia del proyecto aparecía la sociedad de economía mixta denominada Llaso SAS, la cual fue registrada en la Cámara de Comercio de Bogotá un año antes de que el gobernador anunciara la Refineria. Esta sociedad no contaba con página de Internet, ni correo electrónico y su dirección comercial estaba ubicada en una casa que no tenía ningún letrero que indicara que fuera una empresa.

Otra de las socias era BRB Solution Petroleum, cuyo presidente era Juan Ramón Bernal Rengifo, accionista de 8 empresas en el exterior,  al verificar su ubicación,  todas eran  cigarrería en Miami donde vendían gaseosas y licores. 

Jara puso en la cabeza de Llanopetrol a Ricardo Rogriguez Henao, un hombre que había llegado de Francia y que aseguraba tener experiencia en la empresa petrolera. Rodriguez, hoy capturado por el escándalo, apareció en ese entonces radicando el proyecto de los estudios para la refinería 1 mes antes de tomar posesión como gerente de la empresa. 

El exgerente de Llanopetrol volvió a presentar en el 2013 un proyecto  exactamente igual al del año anterior, donde pedía otros $18.757 millones y en el 2014 hizo una actualización del valor del contrato en la que pidieron que aumentaran a $72.500 millones los recursos.

El empresario, quien tenía las maletas listas para huir a Francia antes de su captura,  es hoy unos de los responsables de la apropiación de 18.000 millones de pesos y un detrimento patrimonial para el departamento del Meta por más de 9.220 millones de pesos. 

La Fiscalía General de la Nación encontró que poco a poco se empezaron a cambiar las adiciones del costo de la Refinería y además hallaron  varios contratos irregulares, todos con el mismo objeto. Las cuentas de las autoridades apuntan que se perdió el 25 por ciento de los recursos que estaban destinados a los estudios.

Según fuentes del ente acusador, los cerebros del millonario robo inventaban cifras para la construcción de la Refinería, sin siquiera haber hecho los estudios que cualquier plataforma industrial en el mundo necesitaría. 

Era tal el descaro, que recibían  dineros de anticipos y se los gastaban en otras cosas, como por ejemplo comer en Hamburguesas el Corral y comprar cientos de motocicletas.

Semanas antes de la capturas en Villavicencio varios funcionarios de la gobernación y de la ex gobernación intentaron mover sus influencias para crear documentación que sustentara los estudios que hoy son objeto de investigación.

Aunque hoy nos cuentan que varios testigos misteriosamente se han empezado a echar para atrás en Villavicencio, la fiscalía cuenta con grabaciones e interceptaciones telefónicas, que darían cuenta de la empresa criminal que se conformó en el Meta.

El ente acusador señaló que existió una falta de control por parte Gobernación del Meta, permitiéndole a  Llanopetrol celebrar más de 100 contratos que jamás se ejecutaron y que se gesto una empresa criminal para apropiarse de los dineros del estado.

La W conoció que todo el dinero del robo de Llanopetrol fue a parar en la campaña política de una persona cuyo nombre nos  abstenemos de revelar en este momento de la investigación.

Pero esta no es la única investigación que tiene Alan Jara en su contra, en la actualidad se encuentra en la mira de las autoridades por las irregularidades tras los manejos de los recursos de regalías por más de 60 mil millones de pesos.

[VER COMPULSA DE COPIAS ANTE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA]