Escuela de Artes y Letras compra 300 cabezas de ganado y no les paga a los profesores
Los profesores de la institución siguen denunciando la falta de pago de salarios.
La W sigue investigando lo que está pasando con la Escuela de Artes y Letras. Indagando con fuentes al interior de la institución, este medio conoció que la crisis de esta entidad se generó por la compra de una hacienda en Girardot en el año 2012.
Se trata de la Hacienda San Martín, un terreno de 200 hectáreas que fue adquirido por el rector Edgar Díaz, quien en un principio argumentó que esta propiedad sería para el desarrollo de programas agropecuarios para los estudiantes de la Escuela de Artes.
Sin embargo, La W conoció que durante estos 7 años que han pasado desde esa adquisición, el señor Diaz con dineros de la universidad ha venido comprando varios lujos para su finca, entre estos 300 Cabezas de ganado, de las cuales 30 son de raza de alta genética que en promedio tienen un valor de 40 millones de pesos cada una, 70 caballos que van desde los 5 hasta los 80 millones de pesos. A eso se le suma una nómina de empleados de 40 millones de pesos mensuales.
El verdadero problema no radica en los lujos del rector, sino ¿de dónde está sacando los recursos que se destinan a esa finca?
Y lo que se preguntan los mismos funcionarios de la institución es si realmente es necesario tener 200 hectáreas de terreno, 300 animales y varios empleados para las prácticas de los estudiantes.
Cuando hoy el ministerio de Educación solamente le ha aprobado una carrera relacionada con el campo y a la ganadería.
Y a eso se le suma lo más preocupante: a la fecha no alcanzan los recursos para pagar los gastos fijos de la Escuela como por ejemplo los salarios de los profesores y la inversión en las otras facultades como por ejemplo diseño o Cine y televisión entre otras.
Lo que llama poderosamente la atención es que aunque el rector argumenta que esto es un espacio educativo, este terreno no tiene ni siquiera un laboratorio.
Fuentes dentro de La Universidad aseguraron a La W que Díaz habría cogido la universidad como caja menor, muestra de ello es que la mayoría de sus gastos saldrían directamente de la institución, por ejemplo, el personal de aseo y cocina de su casa estarían incluidos en la nómina de la Universidad.
Además, los recursos para servicios públicos, hipoteca e impuestos de su apartamento, gasolina, viajes y viáticos serían dineros que saldrían directamente de la Universidad. Su participación en ferias ganaderas en Ibagué, Barranquilla, Girardot y Bucaramanga también sería financiada por la institución.
Adicionalmente, La W conoció una resolución del año 2016 donde el Ministerio de Educación le niega el registro calificado a la Hacienda San Martin, es decir no permite que este terreno sea utilizado con fines educativos.
El argumento de la cartera de Educación es que esta finca no cumple con el estudio de suelos y no garantiza una infraestructura física adecuada para la educación que se promete en este programa, es decir la Escuela de Artes y letras no cuenta con las aulas, los auditorios, laboratorios y espacios para enseñanza y el aprendizaje, que se necesitarían para ofrecer esta carrera.
Sin embargo, a pesar de que este terreno no cuenta con el certificado del ministerio público, La W llamó a la sede de Girardot y logró confirmar que la institución vende esta hacienda como el valor agregado y diferencial con otras universidades.
Adicionalmente, conocimos que en la última visita de inspección y vigilancia del ministerio de Educación que se realizó en esta sede en abril de este año, se evidenció la presencia de estudiantes realizando prácticas de campo en las granjas experimentales denominadas Centro Integral Equino San Martín, esta situación fue trasladada al Grupo de Investigaciones del Ministerio para que indaguen este tipo de actuaciones.
Finalmente, La W consultó al rector de la institución, Edgar Díaz y hasta la fecha no hemos obtenido ninguna respuesta concreta sobre qué pasa con el salario de los maestros y por qué se está haciendo una inversión tan alta en una finca que no tiene registro calificado.