Así habría sido la fuga de dos exintegrantes de las Farc de La Picota

Este fin de semana se presentó la fuga de dos internos de la Estructura 3 de la cárcel de máxima seguridad La Picota de Bogotá. Los reclusos fueron identificados como Olmedo Vargas Padilla y Jhon Gutiérrez Rincón.

Este sábado 31 de marzo a las 9:30 de la noche sonaron las alarmas en La Picota, que daban cuenta de la fuga de los dos internos del patio donde se encuentran recluidos varios miembros de grupos al margen de la ley.

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Según las primeras informaciones, las autoridades investigan si el dragoneante Gilberto Vargas Manrique habría permitido la fuga de los detenidos.

La W tuvo acceso al testimonio de varios guardias de la cárcel, quienes aseguraron que el guardia se encontraba tomando licor con los detenidos.

“El dragoneante estaba tomando con los internos, estaba borracho, no se podía ni sostener y supuestamente dejó salir los internos por la puerta principal a comprar trago. No sabemos si a la calle o a alguna unidad”, señala.

Otro dragoneante le contó a La W que el guardia no dio aviso a sus superiores sobre la salida de los dos internos.

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“Esto ocurrió antes de las 7:00 p.m. (…) el dragoneante no dijo nada, pensaba culpar a los del primer turno, pero a un sargento lo llamaron a las nueve de la noche a decirle que hubo una fuga, al parecer fue un interno y ahí se prendieron las alarmas. Esos internos no deberían estar en el Ere 3, tenían perfil para estar en el Eron”, cuenta.

Según un informe enviado al coronel Germán Rodrigo Ricaurte, director de La Picota, después de conocida la fuga, los comandantes de vigilancia encontraron a Vargas Manrique con “aliento alcohólico” y cuando le piden hacer una prueba de alcoholemia este se niega.

Un presidente del sindicato del Inpec denunció que la situación en la Picota es grave pues hay una nueva guardia de dragoneantes jóvenes que han sembrado la corrupción en el penal.

“Hay una nueva guardia que hace y deshace en La Picota, cobran sobornos, les dan beneficios a los internos, los dejan salir a cambio de grandes sumas de dinero, es una mafia”, advierte.

Por otro lado, el sindicato del Inpec señaló que ya se había denunciado la falta de guardia y la poca seguridad del pabellón de donde se fugaron los internos.